Es una realidad: estamos sometidos a continuos e incesantes estímulos de compra, pero también es cierto que las distintas redes y medios de difusión digital posibilitan un sinfín de contenido como excelente soporte de inspiración. Ésta última es la otra cara de la moneda.
Tenemos “de todo” a nuestro alcance, de nosotros depende qué “cara” decidimos mostrar más, la creativa o consumista, Caperucita o El Lobo (a modo de metáfora).