En este caso, el corte y el delicado estampado floral del vestido le confieren un atractivo que despierta el deseo de adquirir una prenda así para nuestro armario de temporada.

La preciosa tonalidad fucsia-oro de la prenda es otro detalle de gran relevancia que no pasa desapercibido ante nuestros ojos. Hay colores que nos favorecen y combinaciones que son infalibles.

Ésta es una de ellas. Además, el propio diseño, con cuello Mao y manga tres cuartos, ya resulta por sí mismo totalmente inspirador.

Los complementos han sido elegidos siguiendo una máxima: embellecer, aún más, la prenda con eficaz discreción. Por ello, parecen tan ideales unas sencillas sandalias de pulsera fucsias y un coqueto bolsito en oro envejecido.

Un recogido es indispensable para lucir este tipo de cuello. Sin duda, un moño sienta realmente bien con prendas que presentan estas características. Para darle un aspecto más trabajado y, al mismo tiempo, retirar con cierta gracia esos mechones más próximos a la cara, he decidido agregar unas horquillas doradas. Un accesorio que se ha convertido en todo un “must have”.

Hablando de accesorios... Merece especial mención la práctica sombrilla de papel estilo japonés, pues encaja idealmente en este estilismo “de cine”.

Los pendientes, con diseño de corazón fucsia sobre base dorada en impresión 3D, a juego con los colores del vestido, completan este precioso outfit.

Un perfecto look romántico que brilla especialmente en un idílico entorno.