La tonalidad es perfecta para brillar en verano y el diseño nos da juego para lucir una imagen más arreglada.
Subir el “caché” de una prenda en esencia desenfadada con una cuidada labor de estilismo es algo totalmente habitual, pero ¿creéis que es necesario recurrir a complementos muy elegantes o elaborados para dar un giro de 180º a prendas más bien sencillas? ¡Para nada! Y así lo demuestro con este floreado look. Lejos de apostar por un clásico clutch o unas sofisticadas sandalias, he seleccionado, en su lugar, sus opuestos. Un bolso y un calzado denim, 100% casual, para un resultado muy lady.
Esa sensación de dar vida a nuestras prendas en looks poco previsibles es la llave de la diferenciación y del valor añadido propio.