Sentirnos a gusto en nuestra propia piel siempre nos conduce a la mejor elección posible: aquella que nos hace lucir radiantes en todo momento, tanto un día normal de trabajo como durante una jornada playera en plenas vacaciones.
La tendencia de inspiración boho chic es en gran medida la responsable de nuestra creciente afición por los vestidos desenfadados, cómodos y con cierto movimiento. En este sentido, la holgura es una característica imprescindible, a la que no estamos dispuestas a renunciar, pues la comodidad no es negociable.
Un sencillo vestido fluido de punto tipo crochet, ajustable a la cintura, es el alma de un alegre look que no necesita grandes ornamentaciones para sugerir una estética que atrapa por su “oda a la libertad”, pero sí unos mínimos accesorios que den vida a un estilo muy particular. Una vez más, la importancia de los pequeños detalles marca la diferencia entre lo común y lo extraordinario.