Sin embargo, esta primavera los icónicos puntos alcanzan más protagonismo que nunca al estampar todo tipo de prendas en tendencia. Una de las razones que justifica la predilección por los polka dots es la versatilidad intrínseca del estampado. Los famosos “topos” resultan idóneos tanto para lucir en un estilismo casual lady como para vestir nuestros looks de eventos de temporada. En efecto, una imagen habla por sí sola y el estilismo que os propongo ejemplifica de forma clara esta ventaja. Si bien he apostado por los lunares para mostrarles un prototipo de outfit BBC femenino y elegante, estas prendas bien podrían protagonizar un estiloso look de inspiración Street Style.
POLKA “DOLL”


LA CLAVE
El blanco/negro ha sido la opción favorita para lucir esta “inmortal” tendencia. Por tal motivo, un look compuesto por falda en este clásico binomio y blusa en un discreto tono nude es la alternativa perfecta para las más reacias a llevar el inconfundible print en llamativo colorido.
La “romántica” blusa con sus detalles de transparencias en las mangas y lazo en el cuello consigue renovar un look clásico entre los clásicos con extrema sutileza. Sin duda, las prendas con esos detalles especiales son las idóneas para dar un giro radical a estilismos más “conservadores”.


El color, en este caso, se aprecia en los complementos. Los pumps fucsias con plataforma consiguen estilizar y “dar vida” a las piernas.
El bolso de mano, en un “rosita” suave con acabado glitter, aporta una nota de color adicional en la dosis justa. Esta elección facilita que sean los zapatos los únicos en romper la neutralidad cromática reinante.
El peinado es el encargado de transformar la imagen de delicadeza que sugiere el estilismo. ¿Cómo? A través de ligeros toques ondulados para un efecto “frizz”. La diadema rosa, con “topos” “blancos”, otorga algo de cordura al alocado peinado.
Una “piel de porcelana” con ligera tonalidad en los labios remata un look que consigue desprender suavidad sin renunciar al carácter.

LA CLAVE
El blanco/negro ha sido la opción favorita para lucir esta “inmortal” tendencia. Por tal motivo, un look compuesto por falda en este clásico binomio y blusa en un discreto tono nude es la alternativa perfecta para las más reacias a llevar el inconfundible print en llamativo colorido.
La “romántica” blusa con sus detalles de transparencias en las mangas y lazo en el cuello consigue renovar un look clásico entre los clásicos con extrema sutileza. Sin duda, las prendas con esos detalles especiales son las idóneas para dar un giro radical a estilismos más “conservadores”.

El color, en este caso, se aprecia en los complementos. Los pumps fucsias con plataforma consiguen estilizar y “dar vida” a las piernas.
El bolso de mano, en un “rosita” suave con acabado glitter, aporta una nota de color adicional en la dosis justa. Esta elección facilita que sean los zapatos los únicos en romper la neutralidad cromática reinante.

El peinado es el encargado de transformar la imagen de delicadeza que sugiere el estilismo. ¿Cómo? A través de ligeros toques ondulados para un efecto “frizz”. La diadema rosa, con “topos” “blancos”, otorga algo de cordura al alocado peinado.
Una “piel de porcelana” con ligera tonalidad en los labios remata un look que consigue desprender suavidad sin renunciar al carácter.

EL RESULTADO
Un auténtico look “dolly” perfecto para quienes buscan esa inspiración más naif para sus estilismos de evento.