O puede que, sencillamente, prefiera no decir adiós aún a los estilismos más vibrantes... Procedo de una región bien conocida por su eterno clima primaveral y no hay duda de que nuestra propia historia de vida, gustos, recuerdos y personalidad configuran un estilo único. El mío está marcado por la belleza de la luz y el color en todos sus matices. Razón por la que este tipo de outfits tan alegres son mi gran debilidad...
Sacarle partido a una peculiar prenda que fácilmente puede ser tachada de “loca” o “estrafalaria” y, además, hacerlo a través de un look que genere un choque visual es toda una apasionante labor. Eso sí, endulzada con buenas dosis de creatividad.
Como ya comenté en uno de los looks publicados a lo largo de este número, hay prendas que hacen posible una presentación más “especial” y ésta es otra de ellas.
Y tú, ¿te atreves a “dar un salto” a tu infancia?