En ocasiones, recurrir al clásico “Manual de Estilo” puede inspirarnos estilismos a los que parece envolver un especial halo cautivador. La realidad es que la continua sobreexposición a las efímeras nuevas tendencias puede llevarnos a apreciar otro tipo de outfits, los cuales recibimos con cierta nostalgia. Curiosamente, son estos estilismos los que hacen que recordemos todas esas prendas valiosas que ya tenemos en el armario. El vestido negro es, indudablemente, el gran básico de todo buen fondo de armario.
Se va acercando el otoño y nos comienza a apetecer lucir colores más neutros o suaves, propios de la estación; aunque está claro que el negro siempre encuentra su “oportunidad”. No obstante, ya sabéis que soy de las que no puede resistirse a la belleza de las tonalidades vivas, por lo que después de este breve “paréntesis” en negro, volverán las propuestas a todo color. Aún queda verano y ¡hay que exprimirlo!