Es ese tipo de prenda que calificaríamos con un 10 si tuviéramos que “ponerle nota”. ¿Por qué? Porque reúne todas las características para favorecer y resaltar las curvas de la mujer. Su diseño aporta esbeltez y este efecto se ve potenciado por la incorporación de un cinturón ceñido a la cintura en el mismo tono del vestido. Su tejido, ligero y suave, favorece el dibujo de las líneas femeninas. Además, su color en tono camel “da juego” para crear múltiples combinaciones, convirtiéndolo en un básico de la temporada otoñal.
Ahora bien, una prenda así, que no necesita mucho más para crear un look de infarto, requiere unos complementos que genuinamente aporten personalidad al estilismo.