Si bien los tonos neón crean más impacto al combinarse con prendas oscuras, los colores pasteles cobran mayor vida al casarse con tonalidades claras. La sencilla mini falda en color crudo y corte evasé ayuda a estilizar la figura al ceñirse a la cintura, compensando el volumen que aporta el jersey de punto.

La elección de prendas lisas nos invita a arriesgar con los complementos para otorgar personalidad al estilismo. El animal print, protagonista indiscutible durante estos meses de otoño/invierno, constituye un excelente aliado. Como alternativa al omnipresente leopardo, el estampado pitón es el encargado de aportar la nota “más salvaje” al outfit.

Un plus de estilo se consigue al “hacer match” con este feroz print. Así, el bolsito con cadena aporta un toque de colorido extra y las botas altas elevan el “glamour” que desprende el look.

Un sencillo detalle añadido al cuello, en forma de atrevido pañuelo a modo de choker, resulta más que acertado para remarcar un peinado recogido en elegante moño informal. Unos cat-eyes unidos a unos labios ligeramente rojos rematan un delicado estilismo lady like.

Un look ultrafemenino perfecto para disfrutar de un bonito día de febrero.